¿SABES CÓMO TU MICROBIOTA INFLUYE EN LA SALUD Y BIENESTAR TU PIEL?

¿SABES CÓMO TU MICROBIOTA INFLUYE EN LA SALUD Y BIENESTAR TU PIEL?

¿Y si la clave para entender tu piel no estuviera en la crema que aplicas, sino en los microorganismos que viven en ella?

Tu piel tiene un ejército invisible en su superficie. Millones de aliados microscópicos que actúan como su primera línea de defensa frente a agresores externos. Ese ejército es la microbiota cutánea, también conocida como dermobiota, y su equilibrio puede ser el gran secreto detrás de una piel sana o, por el contrario, de problemas como acné, rosácea o dermatitis.

¿Quieres que te cuente más sobre el maravilloso (e interesante) mundo que habita en nuestra piel?

¿Qué es la microbiota cutánea y por qué debes cuidarla?

La microbiota cutánea es el conjunto de microorganismos que vive de forma natural en tu piel. Aunque pueda sonar extraño, no hablamos de “bichos” dañinos, sino de un ecosistema formado por bacterias, hongos, virus y parásitos que trabajan en equipo con tu organismo para mantener la piel en equilibrio. Una relación conocida como simbiosis, beneficiosa para ti (¡y mucho!) y también para ellos.

Su papel es clave para la salud de tu piel:

  • Protege frente a bacterias patógenas y agentes externos.
  • Refuerza el sistema inmune cutáneo.
  • Mantiene el pH y la función barrera en equilibrio.
  • Controla la respuesta inflamatoria de tu piel.

La microbiota es como una balanza invisible. Cuando está equilibrada, los microorganismos beneficiosos mantienen bajo control a los que pueden causar daño, la barrera cutánea está fuerte y la piel se ve más uniforme y luminosa.

Pero cuando esta balanza se rompe (lo que se conoce como disbiosis) —ya sea por el sol, la contaminación, el estrés, el uso de limpiadores agresivos, el uso continuado de cosméticos con pH diferente al de tu piel o incluso la toma de ciertos medicamentos—, pierde esa capacidad de defensa y se vuelve vulnerable, dando paso a desequilibrios visibles como irritaciones, inflamación o brotes.

En definitiva: cuidar de tu microbiota es cuidar de la salud de tu piel.

¿Cómo se relaciona la microbiota con las afecciones cutáneas?

Cuando la microbiota se desequilibra, no siempre aparece el mismo problema. Según qué microorganismos estén implicados —si crecen demasiado o, por el contrario, disminuyen los que nos protegen—, la piel puede reaccionar con diferentes alteraciones. Esto explica por qué una microbiota desajustada está detrás de patologías tan distintas como el acné, la dermatitis o la rosácea.

  • Acné: se relaciona con la disbiosis de los diferentes filotipos de Cutibacterium acnes, lo que desencadena inflamación y favorece la aparición de brotes.
  • Dermatitis atópica: suele asociarse a un sobrecrecimiento de Staphylococcus aureus y a una menor diversidad microbiana, lo que debilita la función barrera y deja la piel más expuesta a irritaciones constantes.
  • Rosácea: además de la disbiosis bacteriana, se ha observado una mayor presencia del ácaro Demodex folliculorum, que estimula la inflamación, contribuye a las rojeces características y a la sensación de poro abierto.
  • Piel sensible: más que un microorganismo concreto, lo que ocurre es una pérdida de diversidad en la microbiota, lo que hace que la piel se vuelva más reactiva y vulnerable frente a estímulos externos.

En resumen: el estado de tu microbiota puede ser la diferencia entre una piel sana y calmada o una piel con problemas recurrentes, e incluso persistentes.

Prebióticos y postbióticos: los aliados perfectos

¿Sabías que existen ingredientes capaces de alimentar y reforzar las bacterias buenas de tu piel? Se llaman prebióticos y postbióticos, y son los ingredientes que tu piel necesita para mantener su microbiota en equilibrio.

  • Prebióticos: funcionan como “alimento” para las bacterias buenas de tu piel, ayudándolas a crecer y fortalecerse. De esta forma, logran mantener bajo control a los microorganismos dañinos y favorecen una barrera cutánea más resistente.
  • Postbióticos: son los compuestos beneficiosos que generan las bacterias buenas de tu microbiota. Son el “resultado” de su actividad y tienen efectos directos en tu piel: reducen la inflamación, fortalecen la barrera cutánea, calman la sensibilidad y favorecen la reparación natural.

Es decir, los prebióticos alimentan a las bacterias buenas, y los postbióticos son los regalos que esas bacterias producen para mantener tu piel en equilibrio.

En THE LAB somos conscientes de la importancia de una microbiota en perfecto estado para la salud de tu piel y, por eso, hemos incorporado estos ingredientes en fórmulas como:

  • Crema Limpiadora Sin Jabón THE LAB: limpia en profundidad, hidrata y respeta la barrera cutánea gracias a las Ceramidas, Fitoesfingosina y Colesterol. Su fórmula con Aceite de Oliva, Aceite de Girasol y Glicerina hidrata y nutre, siendo ideal como primer paso de la doble limpieza en pieles secas o sensibles. Los lisados de Lactococcus fermentados actúan como postbiótico, manteniendo el microbioma en equilibrio y favoreciendo la regeneración desde el primer uso.
  • Esencia Facial Multicorrectora THE LAB: pre-sérum formulado con cuatro tipos de Ácido Hialurónico que hidratan en profundidad, refuerzan la barrera cutánea y aportan un efecto repulpante inmediato. Su combinación de Niacinamida y Pantenol ofrece acción antioxidante, calmante y reparadora, ayudando a regular el exceso de grasa sin resecar. Además, los Extractos de Chlorella, Laminaria y Polisacáridos actúan como prebióticos, favoreciendo un microbioma equilibrado y potenciando la defensa antipolución y anti-UV, para una piel más uniforme y luminosa.
  • Sérum nº2 THE LAB: el “bombero” de THE LAB, que va a apagar todos los fuegos de esa piel que grita. Con Azeloglicina y Extracto de Flor de Azafrán, reduce rojeces, controla la inflamación y regula el sebo, unificando el tono y previniendo la hiperpigmentación postinflamatoria. Su combinación de Inositol, Ácido Hialurónico y Gluconolactona (PHA) hidrata, mejora la elasticidad y potencia la luminosidad, mientras que los Glucanos actúan como prebióticos para ayudar a mantener el microbioma equilibrado.
  • Protocolo Defensa Avanzada SPF50 THE LAB: fotoprotección de amplio espectro que se combina con ingredientes que refuerzan la barrera, hidratan y protegen la microbiota de agresiones externas. Su fórmula con 5% de Niacinamida, Vitamina E y Extractos de Phragmites Communis y Poria Cocos aporta acción antioxidante, antiinflamatoria, despigmentante y reparadora del ADN, reforzando la barrera cutánea y previniendo el fotoenvejecimiento. Los Alfa-glucano Oligosacáridos como prebióticos mantienen la microbiota en equilibrio. Con un acabado GLOW y perfeccionador, que deja la piel con un efecto sedoso.

 

Cuando aprendes a cuidar y respetar tu microbiota, tu piel no solo se fortalece: se calma, se renueva y refleja salud y bienestar.

#EnLaPielQueHabitas #SoyTheLab

FOTO MICROBIOTA
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